Pintura: los pinceles que nos hablan de la guerra
- trabajoinnovacion
- 13 dic 2016
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Hace 70 años, el 1 de abril de 1939, terminó la Guerra Civil española con la victoria de las fuerzas nacionales sobre los últimos bastiones republicanos. Ante el conflicto, Francia e Inglaterra habían optado por la no intervención, la Unión Soviética intentado apoyar a los comunistas y debilitar a los anarquistas, y Hitler y Mussolini no ocultaron nunca su apoyo a los fascistas.

Ernest Hemingway (dcha.) conversa con un miliciano estadounidense durante la Guerra Civil española
Pero al margen de la partida que se jugaba en las sedes gubernamentales, la guerra que comenzaría en julio de 1936 llamó la atención y apeló al compromiso político de artistas e intelectuales de todo el mundo. Miles de voluntarios llegados de más de 50 países se alistaron en los diversos grupos que combatían sobre tierras españolas. Uno de los destinos más conocidos para estos extranjeros fueron las Brigadas Internacionales, formadas principalmente por franceses, alemanes y norteamericanos.
Además, la II República Española, la “República de los maestros”, había colocado a la educación entre las prioridades del Estado, y el ideal formativo no acabó con el conflicto. Organizaciones como Cultura Popular, que distribuían libros entre los soldados y representaban obras de teatro en el frente, nacieron para continuar con la propagación del saber en tiempos de guerra.
Así, la Guerra Civil española no solamente sirvió de laboratorio para los aviones y la munición nazi, sino también para periodistas, artistas y escritores. Como ejemplo, dos famosas obras que inspiró este periodo: el Guernica (1937), del pintor español Pablo Picasso, y la novela Por quién doblan las campanas (1940), del escritor estadounidense Ernest Hemingway.
Joan Miró fue uno de esos pintores que combinaron la producción de cuadros con la de carteles. Realizó Aidez l’Espagne (Ayuden a España) para un sello postal. En el cartel aparecía un campesino con el puño en alto y se solicitaba una ayuda de un franco para el gobierno de la república. Otra obra importante de Miró en esta etapa fue El Segador, que representaba a un campesino catalán que sujetaba una hoz en actitud revolucionaria. El Segador desapareció al finalizar la Exposición Internacional de París de 1937.

Ayuden a España. Miró.
Para esta misma exposición se solicitó al pintor Pablo Picasso la elaboración de un gran cuadro para el pabellón de la República española. Este cuadro que todos conocemos es el Guernica. El cuadro aludía al cruel bombardeo que tuvo lugar en la población vasca del mismo nombre por parte de los aviones alemanes al servicio de los franquistas. Un guerrero descuartizado de cuya espada rota nace una flor, una madre que llora a su bebé muerto, un caballo agonizante y otros personajes angustiados por el sufrimiento. Todo ello contado a través de un lenguaje cubista en el que sólo una bombilla y una lámpara ofrecen un leve signo esperanzador entre la oscuridad del blanco y negro. Se trata por supuesto de arte político, pero si nos paramos a observarlo sin saber sobre su contexto, el cuadro alude a los horrores de la guerra en general, sin ensalzar a uno u otro bando. Picasso también realizó grabados durante la guerra, como Sueño y mentira de Franco, que satirizaba y criticaba la figura del general.

Sueño y mentira de Franco. Picasso.
Frente a las tendencias políticas de Picasso nos encontramos con las de Salvador Dalí. En 1936, Breton expulsó a Dalí del círculo surrealista por sus tendencias fascistas, además de por otras razones artísticas en las que Dalí era contrario al movimiento. Se convertía de este modo en uno de los pocos intelectuales que apoyaron a Franco durante la Guerra Civil española. En 1936 pinta Premonición de la Guerra Civil, una obra que recuerda a las pinturas negras de Goya, también relacionadas con la guerra, aunque en este caso la Guerra de la Independencia. Dalí pintó el cuadro seis meses antes del estallido de la guerra, y en principio llevaba por título Construcción blanda con judías hervidas. Al parecer el estallido de la guerra le parecía inminente. En su cuadro España se reconoce la figura de una mujer apoyada en una cómoda de la que cuelga un pañuelo rojo. Al fondo, aparecen imágenes de luchas en un escenario que recuerda a un pueblo español.

Premonición de la Guerra Civil. Dalí.
En 1938, Dalí pinta El enigma sin fin. Se dice que pintó este cuadro en un momento de crisis ideológica: sus simpatías por el bando franquista contrastaban con las ideas del resto de surrealistas, su compañero García Lorca había sido asesinado y su hermana había ido a la cárcel.
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